El miedo es una emoción necesaria que garantiza la supervivencia en aquellos entornos que nos puedan resultar hostiles y nos previene de todo aquello que pueda resultar peligroso para nuestra integridad. En cuanto la alerta del miedo se activa en nuestra mente, ésta libera los químicos necesarios para que el cuerpo responda a la decisión de salir corriendo o enfrentarse a la amenaza. Se trata de adrenalina, dopamina y endorfinas, curiosamente, las mismas sustancias que produce nuestro cerebro cuando algo nos emociona o produce placer.
Cuando hablamos de experimentar algo desconocido para nosotros, hablamos de inseguridad al no saber qué resultados vamos a obtener, por lo que, ante lo desconocido, como protección, la mente nos alerta con el miedo y nuestro cuerpo lo recibe.
Cada vez que nos sentimos frenados al ir a por lo que queremos, no es el miedo quien nos limita, sino que es nuestra mente inconsciente quien nos boicotea ya que su prioridad es el ahorro de energía y esfuerzo. Sobre todo, si nos consideramos conscientes de poseer un nivel más bien bajo en las propias capacidades (físicas o mentales) necesarias.
Ahora bien, cuando hablamos de retos a medio-largo plazo, la decisión de salir corriendo (volver atrás/ quedarnos como estamos) o enfrentarnos a lo que pueda venir (salir de la zona de confort y aventurarnos a conocer algo nuevo), puede ser una decisión consciente, evaluada y, por lo tanto, la persona puede adaptar y preparar sus capacidades para asumir el reto.
Las capacidades van ligadas al nivel de dificultad de los retos. Para obtener buenos resultados, éstas deben ser proporcionales al reto. Por ejemplo, si el reto es alto y la capacidad es baja, nos sentiremos angustiados, somatizados y ansiosos. Si, por el contrario, el reto es bajo y la capacidad alta, la facilidad de conseguirlo nos llevará al desinterés e incluso la arrogancia.
Las capacidades se aprenden, y se entrenan. Contra más capacitad@ te sientas, mayores serán los retos a los que serás capaz de enfrentarte si así lo decides. Recuerda que, el reto debe hacerte sentir miedo, para que tu cuerpo se inunde de las sustancias de la emoción y del placer y te impulsen a lograrlo.
Acepta el miedo como un aliado y dirígete hacia aquellos retos que desees alcanzar.